Oracion Despues De La Comunion

Disponed, Señor, según vuestra intención Dadme tu amor adjuntado con vuestra felicidad, Y voy a ser bastante rico, No deseo otra cosa alguna. Alma de Cristo, santifícame, Cuerpo de Cristo, sálvame, Sangre de Cristo, embriágame, Agua del Costado de Cristo, lávame, Pasión de Cristo, confórtame, ¡Oh buen Jesús! En la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, para que con tus beatos te alabe por los siglos de los siglos. Deseo estar siempre contigo, Jesús, por el hecho de que tú me amas y yo deseo comprender quererte. Deseo tenerte siempre y en todo momento en mi corazón para tener tu fuerza y conseguir serte leal en todo. Necesito singularmente tu fuerza para vivir delicadamente y reciedumbre la virtud de la santa pureza que tanto te agrada.

Como correspondencia a este beneficio, procuraré llevar una vida mucho más santa, más pura, mucho más agradable a Vos. Les doy gracias, mi Jesús, del favor que me habéis hecho de venir a mí. Hay una continuidad en el reguero de santidad. Esas oraciones del siglo XVI nos prosiguen ayudando en este momento.

Práctica De Los Beatos [ Editar ]

Junto con el silencio tiene una gran importancia el salmo responsorial. Es el número 61 de la misma Ordenación el que nos habla de mismo. Lo primero que se nos comunica es que el salmo pertenece a la propia liturgia de la Palabra. No tenemos la posibilidad de modificarlo o amoldarlo a nuestro capricho.

Con la próxima oración se pide que nuestro Señor resguarde nuestra casa o habitación. Recuerda llevar a cabo esta oración en familia y siempre y en todo momento con fe. Oración para la casa o habitación Te suplico, Señor, que visites esta habitación, y alejesde ella todas y cada una de las acechanzas del…

Que sepa obedecer a los superiores, contribuir a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los enemigos. Que venza la sensualidad con la mortificación, la codicia con la generosidad, la ira con la bondad, la tibieza con la piedad. A lo largo de los siglos, se han compuesto varias oraciones para ello. Symeon Metaphrastes , venerado por la Iglesia Ortodoxa Oriental como un santo y conocido por su hagiografía bizantina, compuso la siguiente Oración de Acción de Gracias después de la Comunión que se encuentra en el Hieratikon , o oraciones por el sacerdote.

“Solo Una Fe, Un Solo Señor”

Este silencio puede ser sustituido por un canto. El número 88 señala que ese canto puede ser cantado por la reunión entera. Sugiere un salmo o un himno, o en todo caso, un canto de alabanza.

oracion despues de la comunion

El número 62 de la Ordenación General del Misal Romano aclara que “esta aclamación constituye por sí sola un rito, o bien un acto, por el que la reunión de los leales acoge y saluda al Señor, quien le hablará en el Evangelio, y en la cual profesa su fe con el canto”. De ahí que las reglas litúrgicas indican que es un canto que se puede repetir, a fin de que la procesión al Evangelio no se haga en parte en silencio. Hay algunos cantos que acompañan a un rito -y que por ende en el momento en que ese rito se ha realizado no hay por qué continuar cantándolos, caso por ejemplo del canto de entrada- y otros, como el Gloria, que no acompañan a un rito, sino que tienen sentido en sí mismos. En la situacion del Aleluya poseemos una mezcla de las dos circunstancias.

Oración De Comunión Espiritual

Que buen hábito es haberlas aprendido con la preparación para la Primera Comunión, y repetirlas después de comulgar cada día tras la Misa y así, llegar a insertarlas en la propia vida. La función de no seguir, por la que el navegador pide a los websites que visita que no rastreen sus hábitos de navegación, para por ejemplo, servirle propaganda de su interés en los sitios que visita. A través de este cibersitio no se recaban datos de carácter personal de los individuos sin su conocimiento, ni se ceden a terceros. Precisamente, el instante de la preparación de ofrendas necesita, sobre todo en nuestras celebraciones solemnes, una reflexión y una simplificación.

El Aleluya es una aclamación a Cristo, y por tanto un tipo preciso de oración, festiva y exultante. El ademán típico de oración para la reunión es estar de pie, como vimos, por ejemplo, en la oración colecta, y volveremos a conocer en múltiples frases durante la misa. A veces, en las celebraciones solemnes, el obispo continúa sentado para poner el incienso y bendecir al diácono que va a proclamar el Evangelio, pero el resto de la reunión está en pie.

Lo que no contempla el Misal, pues no existe en el rito romano, es un canto final o “canto de salida”. Se ha introducido la práctica de acabar la celebración con un canto mariano o similar, y, muchos coros, cuando organizan los cantos de la misa, lo tienen dentro sistemáticamente. El Misal jamás charla de este canto, y lo que se sobrentiende es que mientras el sacerdote y los ministros se retiran, puede escucharse música instrumental. Por supuesto, un elemento que piensa la respuesta en un diálogo entre Dios y su pueblo supone que la reunión debe tomar parte de él. De ahí que el siguiente parágrafo del número 61 señala qué quiere decir ese «normalmente». El salmo habría de ser, dentro de lo posible, cantado, al menos la contestación de la reunión.

Vigilad y haced oración, para que no caigáis en la tentación. Dichosos son los que tienen el corazón limpio de pecado, pues ellos van a ver a Dios. ¿No cumplo con mis deberes en el estudio o en el trabajo? En la hora de mi muerte, llámame.Y mándame proceder a Ti. CORAZÓN DE JESÚS, AMADME. A sabiendas de que Vos me amáis, nada más quiero y deseo. OJOS DE JESÚS, MIRADME. Ahora que estáis en mí, mirad a mi alma y salvadla.

Más que nada, a mi lado en la hora de la muerte. Quédate, Señor, conmigo, y haz de mi corazón una celda de amor de la que jamás te alejes. Quédate, Señor, conmigo, por el hecho de que Tú eres mi vida y sin Ti habitualmente decaigo en el fervor. Yo soy el buen pastor, y vosotros sois mis ovejuelas.