Los cumpliré por amor de Jesús. ¿Dejo por pereza mis oraciones? En la hora de mi muerte, llámame.Y mándame proceder a Ti. CORAZÓN DE JESÚS, AMADME. Sabiendo que Vos me amáis, nada más deseo y deseo. Hay una continuidad en el reguero de santidad.
Y el buen hombre, en la dura trayectoria del cáncer, hallaba cobijo en la Pasión de Cristo y en esta oración que, repetía y consideraba, con piedad. Gracias, Jesús, por la Santa Misa y por la Comunión. ¡Qué bueno eres y cuánto me amas! Quiero amarte más, considerablemente más. Por el hecho de que en ocasiones me olvido de ti y, otras veces, me vence la tentación y la maldad.
Y desplazarnos a transformar este planeta en un Reino de justicia y amor. Oh María Muy santa, que todo lo puedes frente Dios, concédeme esta felicidad, que en las tentaciones siempre y en todo momento recurra a Dios y a ti. Como hay una continuidad en el reguero de santidad de todas y cada una de las generaciones, estas frases del siglo XVI nos seguirán abriendo el Cielo ahora. En la Santa Misa se renueva tu Sacrificio del Martirio. Mueres clavado en la Cruz, te ofreces al Padre Celestial por mi salvación y por la de todo el planeta. Eres mi Redentor y prosigues queriendo salvarme.
Que buena costumbre reiterar, con piedad, estas oraciones tras la Misa, tras la Comunión y lucrar cada día la indulgencia plenaria que se puede ganar y aplicarla por las ánimas del purgatorio, o por un difunto, o por uno mismo. Lo que si no se hace aquí, se va a hacer en el purgatorio. Oh Jesús mío, ya veo cuánto has hecho y has sufrido para ponerme en la necesidad de quererte, y yo demostré que soy tan ingrato. Cuántas veces he cambiado tu felicidad por un vil placer y un inútil deseo y te perdí, oh Dios de mi alma. He perseguido el agradable recuerdo de los resultados positivos de las criaturas, solo a ti me mostré ingrato.
Actos De Fe, Promesa, Caridad Y Adoración
Que en ella nunca te deje solo, sino que esté ahí con mi ser, toda despierta en mi fe, toda adorante, entregada sin reservas a tu acción creadora. Oraciones para antes y despues de la comunion espiritual con los actos de fé, esperanza y caridad que / da á luz un espiritual de San Francisco… Y pues te amo, deseo que seas popular y amado por todos los hombres; y ya que me has hecho tu sacerdote, Señor, haz que me dedique a trabajar por ti y dar la salvación a las ánimas. Por los méritos de tu Pasión perdóname, y úneme íntimamente a ti con los nudos de tu amor; no te alejes de mí, Señor, a pesar del hedor que exhalan mis pecados.
Necesito en especial tu fuerza para vivir delicadamente y reciedumbre la virtud de la santa pureza que tanto te agrada. Dame la fortaleza de los mártires para ser intrépido ante la tentación impura, para vencer mis malas inclinaciones. Si tú estás conmigo, te voy a ser fiel.
Oración anónima con la que, con las condiciones habituadas y recitando esta oración ante un Crucifijo después de comulgar, puede lucrarse una indulgencia plenaria. Concédeme, Dios de bondad, amor a ti, odio a mí, aprecio por el prójimo y desprecio a lo mundano. Que sepa obedecer a los superiores, ayudar a los inferiores, aconsejar a los amigos y perdonar a los contrincantes. Que venza la sensualidad con la mortificación, la codicia con la generosidad, la furia con la bondad, la tibieza con la piedad. Arcángel san Miguel, defiéndenos en la pelea, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Por tus pecados, faltas de amor y distribución, olvidos, rutina, indiferencia…
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Madre mía, María santísima, obtenme la santa perseverancia y el amor de Jesucristo. Garantizamos las frases atribuidas a San Alfonso María de Ligorio, para ofrecer gracias a Dios una vez que el sacerdote festeja la Misa, para cada día de la semana. Tomad, Señor, y recibid toda mi independencia, mi memoria, mi entendimiento y toda mi intención, todo cuanto tengo y tengo, Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno. Disponed, Señor, según vuestra intención Dadme vuestro amor junto con vuestra felicidad, Y seré bastante rico, No deseo otra cosa alguna. La confesión, la comunión y las frases por el Papa o bien ese día o en los veinte días antes o tras la obra indulgenciada.
Dime pues qué quieres que lleve a cabo, que estoy preparado para todo. Aquel hombre, prominente jurista, notario de profesión, que entregó su alma a Dios dejando tras de sí un atravieso de piedad, de amor y de distribución a su alrededor. Que intentó trasmitir a sus nueve hijos su amor y devoción al Crucifijo. El sacerdote ha dicho a su hija, al festejar las exequias de su padre, que le conmovía verle cada día, tras comulgar y frente al Crucifijo, reiterar con piedad estas frases.
¿qué Son Las Indulgencias?
Recibe, oh Santo dios, a este miserable pecador que te ha insultado tanto, pero que desea en este momento quererte completamente y ser totalmente tuyo. Oh Dios eterno, espero amarte eternamente; y por este motivo deseo quererte bastante en esta vida, a fin de que logre amarte también mucho en la eternidad. Oh Padre mío, por el cariño de Jesucristo apártame de todas las cosas; tú quieres que tus curas estén separados enteramente de todo lo que está en el planeta , y que no vivan mucho más que por ti y por la obra de tu gloria. «Separadme a Saulo y Bernabé, para la obra a la que los he llamado». Ya sé que exiges de mí lo mismo y me propongo llevarlo a cabo, pero ayúdame, Señor, con tu gracia.
Por vuestro Corazón tan piadoso, concededme el espíritu de piedad hacia Dios, y de realizar con perfección mis devociones. Oh Jesús, les amo y deseo que todos y cada uno de los hombres les conozcan y amen. Como correo a este beneficio, procuraré llevar una vida mucho más santa, mucho más pura, más interesante a Vos. Con las condiciones acostumbradas, se puede lucrar indulgencia plenaria recitándola frente a un Crucifijo después de comulgar. Y el buen hombre, hallaba su refugio en la Pasión de Cristo y en esta oración repitiéndola con piedad, en la dura trayectoria del cáncer que padeció.
Consagración Al Inmaculado Corazón De María
Haz que esté atento a dominar mi naturaleza, a fomentar la felicidad, ser útil a tu Ley y a obtener la salvación. Dame un alma santa, Señor, que sostenga frente mis ojos todo cuanto es bueno y puro, a fin de que a la visión del pecado no se turbe, sino sepa conseguir los medios para poner orden en todas y cada una de las cosas. Quédate, Señor, conmigo, pues cuando llegue la muerte, deseo estar junto a Ti y si no realmente a través de la Sagrada Comunión al menos deseo tener mi alma unida a Ti por la felicidad y por un abrasado amor. En comunión con todos los beatos que nos han precedido. Hazme humilde y tolerante en los trabajos de esta vida, manso en los desprecios, incompatible con los bienestares terrenos, desprendido de las criaturas, y concédeme que arroje de mi corazón todo afecto que no sea para ti.